El suspiro del Moro

La mañana del 2 de enero de 1492 tras la victoria de los Reyes Católicos, Boabdil, último rey nazarí del Reino de Granada, entregaba las llaves de la ciudad al rey Fernando el Católico.

Tras la victoria de los Reyes Católicos, Boabdil … entregaba las llaves de la ciudad al rey Fernando el Católico.

Acababa así el último reducto de dominación musulmana en la península ibérica, siendo desterrados Boabdil y su séquito a un señorío en las Alpujarras cedido por los Reyes Católicos, concretamente a Laujar de Andarax (Almería). Allí moriría un año más tarde su esposa Morayma y poco después partiría hacia Fez donde viviría hasta su muerte en 1533.

Cuenta entonces la leyenda que camino de su destierro, Boabdil no se atrevía a girar la cabeza para evitar así ver la ciudad que tanto había amado. Pero avanzado el camino, en la última colina desde la que se divisa la ciudad de Granada se detuvo y observando por última vez su palacio y toda la belleza que había perdido rompió a llorar. En aquel momento su madre, la sultana Aixa le dijo a Boabdil : «Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre» mostrando así su enfado y vergüenza ante la rendición sin resistencia de su hijo ante las tropas cristianas.

Desde aquel día el puerto de 860 m de altitud al que se accede por la carretera de la costa y situado en el término municipal de la Villa de Otura, es conocido como «El Suspiro del Moro».

M.J. Linares