De rutas lúgubres por Granada
ementerios, Cármenes encantados, hospitales convertidos en facultades… no hay que salir de Granada para encontrar rincones en los que más de una vez se han registrado incidentes que tienen que ver con psicofonías, apariciones, o cosas que nadie pudo haber movido de su sitio.
Recorriendo Granada podemos encontrar toda una forma de ‘turismo espiritual’ alimentada por la historia de sus muros.
Es el caso de la facultad de Comunicación Audiovisual en la Cartuja, en sus orígenes un hospital jesuita. Ana y Antonio, limpiadora y conserje del edificio, cuentan que nunca más volverán a entrar solos a las aulas, cuyos mitos y misterios se repiten desde el 92. Antonio recuerda que hasta tres veces, siempre en festivos, ha encontrado abierta la puerta de un ascensor de la tercera planta. «Y no puede ser, porque ese ascensor está en desuso y detrás de una cortina», asegura.
Otros testigos cuentan haber escuchado unas «apenas audibles» melodías con el piano en la Huerta de San Vicente, la que fuera casa de Federico García Lorca. Aunque desde el museo de la casa le quitan importancia, hay quien asegura haber recogido pruebas de ruidos raros alrededor. Cuentan algo parecido del Conservatorio Victoria Eugenia, cuyos alumnos y profesores le ponen nombre y apellidos a los ruidos que allí se escuchan de vez en cuando. Según ellos, les recuerda vagamente a la forma de tocar que tenía un antiguo profesor, que murió poco después de ser obligado a abandonar sus clases…
M.A. Barón