El Torreón
Allá por el Siglo XIV, en el corazón de un entrañable pueblo granadino llamado Las Gabias, se levantó en la Plaza del Fuerte un torreón que funcionó durante siglos como guardián de las armas y protector de la región.
Desde su parte más alta, mirando al macizo de Sierre Nevada, los soldados musulmanes vigilaban la Vega de Granada, una de las zonas más rica y apreciada tanto por los gabirros de hace ocho siglos como por los de hoy.
Esta construcción árabe, jugó un papel muy importante como resistencia cuando en 1490, los Reyes Católicos entraron en Las Gabias con la intención de conquista. Aunque en ese momento el torreón aún no estuviera acabado, con sus 15 m. de altura resistió más de un ataque de las tropas cristianas. Tan robustos eran sus muros, que todavía se conservan 3 plantas , que nos transportan a épocas medievales con sólo recorrer sus curvas con la mirada.
Cada planta es distinta, pero todas tienen algo en común, su imponente carácter militar. Sin embargo, sí que resalta la diferencia entre la planta baja con la segunda, que aún conserva la lujosa decoración de ricos mosaicos en los suelos y elegantes tracerías y mocárabes en las paredes. Quizás, en estas habitaciones se alojaban los cargos más altos y aguerridos del ejército musulmán, quién sabe…
Igualmente rico es la ornamentación de la escalera, la única decorada de todos los monumentos árabes de Granada. Tan especial es su baranda, que casi ni nos damos cuenta de que peldaño tras peldaño hemos llegado a la torre, el punto más alto donde se encuentran los arcos de ligera herradura con gallones, frisos de mocárabe, columnitas y escudos con mensajes nazarís que nos hablan de algo tan perdido y lejano como nuestras milenarias raíces.
La historia está viva, y el torreón nos da las pistas para seguir su camino. Hasta finales del S. XIV o XV se siguieron realizando cambios en la decoración provenientes de sus nuevos guardianes católicos; y justo a su sombra, alguna de las familias más pudientes de Las Gabias levantaron su casa señorial, que orgullosa se mantiene impecable desde el Siglo XVIII.
Ya en 1.922 después de años de luchas y derrotas, de días de lluvia y tormenta; y de ver vidas pasar, el monumento fue declarado monumento nacional.