En la cocina fusión solo existe una regla: todos podemos mezclar dos comidas que anteriormente no se tocaban para crear una identidad nueva en la gastronomía. Y es que podríamos considerar cocinero fusión desde las variedades de cheese-sushi que se ven hoy en día hasta al primero que se le ocurrió añadir jamón a los huevos para hacer los huevos estrellaos.
Si una particularidad tienen estos platos es la mezcla de nacionalidades que se advierte en ellos. La mayoría de ejemplos surgen de platos elaborados por inmigrantes que tuvieron que migrar a otra parte del mundo. Así se dio pie a la mayoría de cocinas fusión que se establecieron hoy en día… aunque recuerda que para ser un cocinero fusión solo hay que echarle imaginación.
Gastronomía Tex-Mex
La gastronomía Tex-Mex es una de las más populares y extendidas por todo el mundo. Llamada así por el inevitable choque de culturas que se da en la frontera de México con Texas, la combinación de sus ingredientes propios ha conquistado a nativos y foráneos desde la época de los colonos, allá por el siglo XVI, cuando los españoles empezaron a definir la gastronomía tejana gracias a la primeras exportaciones de aquel entonces.
Como ya sabemos, es una cocina caracterizada por el uso de carne picada, verduras y especias. Los platos siempre se sirven en tortillas de maíz (llamadas burritos) o acompañadas de arroz. Quizá su ingrediente más común y definitorio de todos los platos sea el ají (comunmente llamado “chile” en Sudamérica, y guindilla en España), el ingrediente que aporta el famoso picante de la comida Tex-Mex. Tampoco podemos olvidar la presencia de los frijoles (judías sudamericanas), presentes como guarnición en la mayoría de platos.
Si hay algo de la gastronomía Tex-Mex aún más extendido que los burritos, esas son sus salsas. Lo cierto es que hay tres que le han dado la vuelta al mundo: la salsa roja picante (tomate, ajo, cebolla, cilantro, chile, sal y pimienta), la salsa de queso y el guacamole, que se prepara con aguacate y chile.
Gastronomía Cajún
La gastronomía cajún mezcla algunos clásicos de la cocina francesa con platos regionales de Estados Unidos. Surge de la expulsión de las tropas francesas del condado de Acadia, en Canadá, cuando la Corona Británica se incorporó los territorios franceses de este país. La mayoría de sus gentes fueron entonces a vivir a Louisiana, estado donde nació el movimiento.
Es una cocina abundante en mariscos y verdura, y por tanto, de muchos guisos. Se acompañan casi siempre con maíz (o pan de maíz) y arroz. Suelen servirse tres platos. Otro producto propio de la gastronomía cajún son las patatas ‘gajo’ que hoy sirven las cadenas de comida rápida.
Al oír hablar de gastronomía cajún no podemos evitar acordarnos de la Gran Hamburguesa Cajuna, una marca ficticia que inventó Quentin Tarantino para incluir un elemento gastronómico común a casi todas sus películas. Dicha hamburguesa comparte la nomenclatura con el estilo cajún, pero no el estilo, puesto que en las películas aparecía como una hamburguesa hawaiana con piña. Otro ejemplo claro de cocina fusión, sin lugar a dudas.
Gastronomía Chifa y Nikkei
La cocina Chifa surge en el año X, cuando los emigrantes chinos a Perú eran habituales. Puesto que algunos ingredientes de suelo asiático también se encuentran en esa región de Sudamérica, fue inevitable que dichos migrantes, acostumbrados a una marcada identidad gastronómica, acabaran encontrando su identidad en otro continente.
La relación de los ingredientes del Perú con los de suelo asiático no acaba ahí, ya que también existe la gastronomía Nikkei, con platos de Japón como protagonistas en la mezcla. Esta cocina ha dado de sí recetas como el plátano en tempura, el pulpo al olivo o el tiradito (un carpaccio de pescado servido con salsa fría). La mayoría son platos clásicos peruanos elaborados con técnicas japonesas.
Gastronomía Balti
La cocina Balti mezcla dos culturas que aunque distantes, siempre han estado relacionadas. Es un estilo de comida muy extendido en el Reino Unido que emplea ingredientes provenientes de la India, que aportaban la salazón que necesitaban las elaboraciones británicas, normalmente faltas de sabor (salvo algunas excepciones). Por supuesto, el curry es el protagonista de estos platos. El pollo es el alimento más común en los platos Balti, pero también se ven algunos basados en cordero. Todos se acompañan de hortalizas como guarnición y sobre todo, muchas especias, como el comino, cilantro o jengibre. Es tan popular el aliño indio en Inglaterra que incluso existen las Balti Houses, establecimientos modestos que se especializan en esta gastronomía. Y no solo en locales especializados encontraremos Balti: hoy en día en casi imposible ver algún supermercado o restaurante que no ofrezca el Chiken Tikka en su carta.
El término Balti viene de la olla de acero donde se prepara la comida, al igual que en España con la paella, término usado para el plato y el recipiente donde se elabora (también llamado paellera para evitar confusiones).
Gastronomía Andalusí
Esta variedad de gastronomía no solo proviene de viajes de inmigrantes, sino de toda una época conviviendo en el mismo suelo. Las raíces árabes están muy presentes en la cocina andaluza, aunque también mantiene una presencia fuerte en los platos de origen mediterráneo, como la gastronomía valenciana.
Los expertos en historia cuentan que a la llegada de los árabes a la península se mejoraron tanto los sistemas de regadío, las especies plantadas y los sistemas de cultivo que tuvo lugar una mejora inmensa en la agricultura, que fue llamada la «revolución verde».
La harina tuvo un papel de mucha importancia en aquella gastronomía. Era casi obligatorio acompañar la comida de pan, y cuando no se empleaba en el pan, la harina de trigo servía para la elaboración de preciados arroces, como el cuscús. Con la carne, cualquier guarnición exótica era bienvenida: pistachos, almendras, ciruelas, dátiles, membrillo, naranjas… solían acompañar al cordero, la carne más utilizada por los árabes. Hoy en día perduran la gran mayoría de estas variedades de guarnición, por no decir todas. Y con respecto al pescado, también se les puede atribuir a los árabes gran parte del origen del pescado frito. De nuevo, la harina era clave en este proceso que ha perdurado hasta nuestros días.
¿Y cómo olvidar los dulces? Quizá la parte de esta gastronomía que más paralelismo mantiene tanto en en norte de África como en Andalucía. Curiosamente, los dulces árabes se parecen mucho a la repostería propia de la Semana Santa: mieles, almendras, canela, dátiles, agua de azahar… para elaborar pestiños, turrones, alfajores, buñuelos, y sobre todo, el arroz con leche.
Como te hemos comentado al principio del post, la única regla de la gastronomía fusión es que cualquiera puede mezclar, aunque sea eventualmente. La globalización gastronómica está más viva que nunca; cualquier restaurante moderno se atreve a inventar hoy en día. En Tavola News ya te hablamos de la croquertilla, una croqueta de tortilla, o de platos clásicos hechos con fruta. En EEUU ya están sirviendo el BBQ sushi, con bacon en vez de pescado… y en cualquier momento se puede organizar una comida benéfica invitando a un país para intentar la mezcla de estilos culinarios, por lejanos que estos parezcan. Las posibilidades de la cocina fusión son interminables.
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