El grafeno es un material descubierto por accidente en 2004 cuando un grupo de científicos de Manchester estudiaba unos residuos de grafito (el material del que está hecho la mina de los lápices). Uno de los analistas se propuso analizar más detenidamente unos residuos de este elemento que había apartado con una servilleta, y lo que vieron fue realmente sorprendente: se podía romper el grafito para devolverlo a su forma original. A diferencia de la mayoría de elementos conocidos, este material solo estaba hecho de moléculas de carbono. Es decir, mientras la mayoría de materiales que conocemos están compuestos de varias moléculas más grandes, dispares y ordenadas de forma irregular, el grafeno estaba hecho de una red de átomos simple, sólida, pura y alineada en forma de panal de abeja. Habían descubierto un elemento con unas características impropias de cualquier material conocido hasta entonces.
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¿Es el grafeno el material de Dios?
¿Y qué supone que su estructura sea tan ‘perfecta’? 13 años después de su ‘descubrimiento’, el grafeno está mucho más estudiado y a punto de llegar a nuestras vidas, trayendo consigo una revolución tecnológica. Hoy en día están demostradas las impresionantes propiedades que atesora la composición del grafeno: es más ligero que el papel, más resistente que el acero, conduce la electricidad mejor que la plata, la temperatura mejor que el cobre y es tan maleable como el oro, además de flexible y elástico como la goma. Por si fuera poco, es extremadamente económico, ya que al fin y al cabo estamos hablando de ‘residuos de lápiz’. ¿Entiendes ahora por qué los expertos lo llaman “el material de Dios”?
Fuente: ABC
La mina de lápiz es una excelente fuente de grafeno, pero estamos hablando de carbono, así que se espera que se pueda extraer de muchos elementos orgánicos. Un método que ya está funcionando es cristalizar el aceite de soja, otro material muy accesible, ya sea para un restaurante, hotel, bar o cualquier establecimiento hostelero. Precisamente la hostelería puede esperar mucho de la revolución del grafeno. Las cocinas verán utensilios más precisos, envases inteligentes, filtros de más calidad… A esta inminente revolución se le ha dado el nombre de “Internet on Things”. ¿Por qué?
Internet en las cosas (IoT)
Tiene pinta de que una de las reglas no escritas de la era del grafeno será esta: todo podrá ser una pantalla. Actualmente ya intentamos avanzar en este aspecto todo lo que da de sí la tecnología: tablets, relojes inteligentes, teléfonos con pantallas más grandes… el grafeno promete hacernos olvidar muchos de estos dispositivos al incluir una pantalla en cada elemento básico de nuestras vidas: platos, vasos, envases, cubiertos, mesas… Con esto no nos referimos a que será posible navegar en internet usando estos utensilios (aunque, ¿quién sabe?), pero sí podrán cambiar de color o mostrar un texto, por ejemplo. Lo suficiente para que un ‘tupper’ de toda la vida nos indique la temperatura del producto o las posibles alteraciones que se hayan dado en la salubridad del mismo. Este tipo de avisos en envases parecen adelantar una jubilación más que razonable para las fechas de caducidad. De momento se están desarrollando “pegatinas inteligentes” con tinta de grafeno que avisan de la antigüedad del producto, y se espera que pronto la totalidad del envase pueda transmitir información.
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Aparte de notificaciones que muestren temperatura o estado de un producto, podemos dar por hecho que algunos aspectos como la publicidad o la fidelidad van a ir de la mano de la evolución de los envases inteligentes. También será posible hacer pedidos de cada producto desde el propio envase una vez se agote o caduque. Esta iniciativa ya la han puesto en marcha algunas empresas en forma de ‘botones físicos’ para hacer pedidos, así que es cuestión de tiempo que este concepto se mezcle con la revolución de los envases. Las pantallas tal y como las conocemos están a punto de quedar anticuadas.
Fuente desconocida
Y mientras llega…
Tendremos tiempo para acostumbrarnos con los avances que aprovechen la tecnología NFC. Con esto también podremos saber (de una forma más primaria) la temperatura o el estado de los productos, solo con acercar el teléfono al envase. Si el grafeno tarda demasiado en ponerse en marcha… tu móvil hará cosas parecidas mientras tanto. ¡Estad atentos!