La segunda jornada de nuestro Mundial Gastronómico nos lleva a Persia, la región asiática donde se sitúa el siguiente rival de España: Irán. Es un país de una gastronomía más cercana de lo que imaginamos, en la que abundan ingredientes mediterráneos presentados al estilo de las cocinas orientales.
Kashke badejman – Berenjenas rellenas
Este aperitivo de berenjena, queso y nueces es el entrante habitual en la comida iraní. Se toma con pan de pita, como el hummus, y suele ser un plato para compartir. Es tan exótico como parecido a nuestra berenjena rellena, que también es un puré a base de esta hortaliza. La diferencia principal es que nosotros le añadimos carne en lugar de nueces, y lo emplatamos en la piel de la berenjena.
Abgusht – Sopa de picadillo
Algunos foodies que han pasado por las cocinas iraníes han catalogado este plato como “la sopa Ikea”. Es un caldo que se acaba convirtiendo en cocido a gusto del comensal. Los ingredientes principales son patatas, garbanzos, carne y tomate, que se añaden al bol y se trituran antes de añadir el caldo junto al pan troceado. Su elaboración te recordará a los platos de ramen japoneses, y es que estamos hablando de un país asiático… Que usa ingredientes occidentales.
La sopa homóloga a ésta en territorio español es, cómo no, la de picadillo. También se sirve con su guarnición aparte, que varía en cada casa pero mantiene jamón, huevo duro y curruscos de pan como ingredientes principales.
Fesenyán – Ensalada de granadas
Uno de los mejores y más exóticos platos iraníes. El fesenyán es un estofado de carne, arroz y nueces acompañado de una abundante cantidad de granadas, lo que le da un sabor muy característico. La salsa parece curry a simple vista, pero es nuez molida con zumo de granada.
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En España no tenemos muchos platos donde este fruto rojo sea protagonista. El más común es la ensalada de granadas, que junto al queso de cabra forma una composición ideal para una buena ensalada de verano.
Kabab Koobideh – Paella
Sí, el nombre le viene de kebab, pero los que hacen en Irán no tienen nada que ver con los kebab árabes que conocemos. Este plato es uno de los mayores exponentes del concepto iraní entre cocina oriental y occidental. La carne de kabab se toma en plato y se acompaña de ingredientes tan inesperados como arroz amarillo, manzana, tomate asado y bayas secas. Si aumentamos la dosis de arroz se queda una paella de lo más exótica.
Ahora que conoces los platos iraníes, ¿con qué gastronomía te quedas?