El trampantojo fue una antigua técnica pictórica que consistía en engañar a la vista del espectador mediante una pintura, dando la sensación de que ésta se extiende más allá del marco. Esta palabra significa “trampa ante el ojo”, y trataba de sacar al espectador del cuadro. Se buscaba la profundidad empleando sombreados y otros efectos ópticos. Esta técnica ha sido heredada por la cocina para presentar platos dando la apariencia de ser otros completamente diferentes.
Es una técnica con la que cualquier cocinero pretende sorprender, no engañar. Se busca una mezcla de emociones culinarias que empiecen al “identificar” lo que vamos a comer, y se potencien a la hora de probar la comida. El plato debe mantener una línea de sabores que encajen entre ellos, si el ‘engaño’ es solo visual, la experiencia no convence a los comensales. La exigencia de este tipo de platos ha ido en aumento en los últimos años debido a los programas de cocina, donde el trampantojo es una prueba de fuego en cada edición solo al alcance de los cocineros más hábiles.
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Aceitunas negras en aceite de oliva
Esta tapa con apariencia de olivas es en realidad una de esferas de queso y anchoa. Se presentan como aceitunas negras perfectamente emuladas. Aunque la vista nos engañe, no nos podemos quejar… en este caso nos han cambiado un entrante por otro. Con los trampantojos de más abajo, igual sí te tienes que mentalizar para ver un postre y tomar algo salado, o viceversa…
Fuente: rtve.es
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Tataki de atún
Los más acostumbrados a la cocina sabrán lo que es el macerado: el proceso de remojo de un ingrediente en algún líquido para condimentarlo y darle otro sabor y textura. En este caso, este “tataki de atún” es en realidad un postre de sandía y semillas de sésamo.
Fuente: Canal Cocina
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Café capuchino
Muchos comensales se sorprenderían de que les sirvieran un café con leche en un restaurante de lujo. Les sorprendería aún más verlo como entrante, pero quien sepa que en realidad es una mousse de setas con crema de queso, seguro que empieza la comida con buen pie.
Fuente: rtve.es
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Una mandarina
¿Y si de postre te ponen una mandarina, sin más? Mejor que te la pongan antes, porque esta es una ración de mousse de hígado de pollo y foie grass. Se sirve en algunos restaurantes británicos de lujo con el nombre “meat fruit”. ¿El resultado? Habrá que ir a probarlo…
Fuente: directo al paladar
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Un bonsái
En general los trampantojos culinarios suelen tener más pinta de otro plato que de un árbol, pero, ¿quién se va a quejar si le presentan una tarta de chocolate y queso en forma de bonsái? ¡Nosotros no!
Fuente: rtve.es
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Puro y mojito
Este lo hemos probado en algunos sitios con el nombre “Viaje a la Habana”. El puro es en realidad chocolate y el mojito es un bizcocho de lima con granizado de menta. Hasta la ceniza se puede comer. Así que ya sabes, cuando veas un puro en la mesa, ¡asegúrate de que no es comida antes de pedirle fuego al camarero!
www.abc.es
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Pan con tomate y fuet
Como hemos mencionado antes, los trampantojos están de moda en los programas de cocina desde que se introdujeron como una de las pruebas más originales y duras de superar para los concursantes. Con este postre simulando ser una ración de pan, tomate y fuet, el chef catalán David García volvió a poner en escena los trampantojos como ningún otro. Lo llamó “Pà amb tomaquet” y a día de hoy es un postre más en la carta de su restaurante. Los ingredientes originales son secretos ya que el autor prefiere no revelarlo para mantener el factor sorpresa.
Fuente: desconocida
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Huevo frito con patatas
¿Quién no se ha animado a hacer este clásico trampantojo en casa alguna vez? Hasta los más peques pueden hacer su versión del huevo frito con media rodaja de melocotón, yogur y palitos de manzana a modo de patatas fritas.
Fuente: rtve.es
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¿Ajo de postre?
Si tuviéramos que definir la palabra riesgo en la cocina, este postre de ajo podría ser una buena respuesta. El chef Diego Guerrero se atreve a presentar este plato con ajo negro asiático, que crece expuesto a otros niveles de humedad, por lo que tiene más propiedades antioxidantes y otro sabor. Se reconstruye el ajo negro en forma de ajo fresco, lo acompañan de ‘tierra’ hecha a base de setas y boletus y se le devuelve una capa morada al ajo que se hace con merengue. El resultado: ajos negros en forma de ajos. Un postre de valientes… para valientes.
Fuente: Pinterest
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Una pastilla de jabón
Tal y como pasa con el bonsái de queso y chocolate, quizá no es una pastilla de jabón lo que esperamos al querer ser sorprendidos por un trampantojo culinario. Pero si te ponen por delante un pastel de chocolate blanco y espuma de lima que parece recién sacado de una jabonería antigua… la sorpresa no te la quita nadie, ¿verdad?
Fuente: La Guía del Sibarita
Si quieres leer otro tipo de trampatojos fresquitos, veraniegos y con mucha fruta, echa un vistazo a nuestro artículo.
Equipo de Tavola News. 2017