Visitando el interior del Reino Nazarí

Al mirar a través de la historia del reino nazarí, es fundamental hacer una parada en Baza, un enclave que desde el principio fue importante para el Reino de Granada. Siempre rodeada de montañas y bosques, los árabes encontraron en Baza una de sus ubicaciones preferidas y allí se establecieron durante 800 años, como antes harían los romanos levantando allí la ciudad de Basti, yacimiento original de la Dama de Baza. Ambas culturas marcaron una gran tradición balnearia, que aún podemos disfrutar gracias a sus intactos baños termales.

La ciudad de Basti, yacimiento original de la Dama de Baza.

La sierra influye en el clima bazetense, en sus cocinas, sus tradiciones y su gente. Es común ver viviendas de barro que mantienen la temperatura fresca en invierno y en verano, o casas cueva hendidas en la propia sierra. A los pies de ésta se extiende el Parque Natural Sierra de Baza, cuya gran altura y vasta amplitud invitan a la práctica de cualquier deporte de aventura como el piragüismo, el paramotor o la tirolina. Es un parque único también por la diversidad de fauna que lo habita; ciervos, halcones, jabalíes, cabras montesas, gavilanes…

No podemos dejar Baza sin adentrarnos por sus calles y contemplar sus balcones de palo, su Museo Arqueológico o sus casas palacio. La plaza de toros con su graderío de estilo griego, la Alcazaba o las fuentes de los Caños Dorados de camino a Murcia. La Plaza de los Moriscos y el Arco de la Magdalena. Baza es un continuo contraste de culturas árabe, romana y andaluza que tiene mucho que contar, y que vale la pena ver con nuestros propios ojos.

M.A. BARÓN