Nuestra Granada más secreta

Vivir la experiencia. Desde 2008 podemos caminar Granada desde sus secretos y subterráneos, entre hallazgos y descubrimientos, entre aljibes escondidos, frescos italianos ocultos, galerías bajo tierra, pequeños Versalles, momias… Toda leyenda contiene algo de real.

Como en toda cultura ocurre, nuestros mayores narran cuando nadie escucha. Quizás sea porque lancen el anzuelo, quizás porque sus débiles piernas ya no se lo permitan.

Granada desde sus secretos y subterráneos… Toda leyenda contiene algo de real

Es entonces cuando el último de la clase, aquel que no deja atender a sus compañeros, mira por la ventana soñando con historias y leyendas. Se proyecta en aquellas minas de oro que le cuentan, bateando a sol ligero bajo el sombrero de paja con el que se imagina. Pero ya de mayor, siendo aún más joven, volvieron a tirarle de la oreja. Le dijeron: – ¿Por qué no fuiste a la mina?

Y en este caso, yo, que soy de los que escuchan, pero no se atreven, recuerdo las palabras de aquel aventurero: – “Es como aquel día cuando la monja me dijo que abriera una trampilla que estaba en el suelo y al bajar las escalas, estaba en medio del aquel baño árabe del siglo XI, intacto. Pues cuando encontré en la mina, solo pensaba en adentrarme, nada más. Es algo mejor que la magia, es magia real”. Aun me retumba el eco de la voz de César Requesens explicando las técnicas romanas del Ruina Montium en el interior de las angostas galerías, a la luz de un foco, extrayendo un poco de tierra para la batea.

Desde entonces tengo más aprecio a los compañeros que no me dejaban atender en clase, por hacernos ver que es bueno distraerse y volver a ser de nuevo un niño que no deja de sorprenderse.

José Ildefonso González Morillo
Responsable de proyecto