“¡Uy, qué torpe, que no me conoces!”

 

Esta es la frase por excelencia repetida por Jameños y jameñas durante la fiesta más esperada y pintoresca del año en Alhama, el Carnaval, declarado Fiesta de Interés Turístico de Andalucía en 2009.

A los pies de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, se encuentra un pueblo de la provinciagranadina muy conocido por sus centenarios baños termales y su Carnaval, Alhama de Granada, antigua ciudad romana enclavada en unos profundos e imponentes tajos rocosos, merecidamente catalogados como monumento natural de Andalucía.

La primera referencia escrita que existe de esta tradición data del año 1571, y exceptuando el periodo en el que la Guerra Civil invadía las calles de cada rincón español, se ha celebrado sin interrupción año tras año, atrayendo cada vez a más personas de todo el mundo.

Una de las peculiaridades más relevantes de este Carnaval, son sus insustituibles máscaras y mascarones, hechos artesanalmente por cada participante. No se necesita más que cubrirse el rostro con un trapo, un poco de relleno y algo de pintura, para disimular la identidad y pasar un día entero gastando bromas de incógnito. Por supuesto, el vestuario también es muy importante, y a diferencia de otros lugares, aquí no importa lo bueno o caro que sea, sino la creatividad y originalidad que refleje, de hecho, los viejos harapos sacados del fondo del baúl son los que acaban siempre por sorprendernos.

Sin embargo, la apariencia no lo es todo en este día, si no dices la frase “uy qué torpe, que no me conoces” con voz aguda y chillona, no serás nadie en este estrambótico y colorido embrollo de misteriosos enmascarados. Algunos incluso van un paso más allá y modifican hasta sus andares y gestos para conseguir una nueva personalidad, que, ni los más avispados del lugar, serán capaces de reconocer al impostor.

Pero si eres realmente carnavalero, no puedes perderte el “Domingo de Piñata” el día más importante del festival en el que las murgas y las comparsas inundan las calles con canciones populares y chascarrillos que narran las anécdotas del año.

Para acabar, por si alguien se hubiera quedado con ganas de fiesta, decir que todo el que quiera puede participar en el desfile de disfraces, donde se elige a la mejor comparsa y que nada tiene que envidiarle a la New York Fashion Week.

Y tú, ¿te atreves a vivir un carnaval diferente?

Ana T. Arrebola Valenzuela de Tavola News